Defensores del pueblo

Tuesday, December 06, 2005

El respeto al votante

Con bastante frecuencia se debate en nuestro país acerca de posibles reformas constitucionales. No es serio que un país cambie su Constitución con mucha frecuencia, como lo ha hecho lamentablemente la República Oriental del Uruguay. Sin embargo cabe recomendar el procedimiento de las enmiendas constitucionales, que ha permitido a los Estados Unidos de América conservar esencialmente la misma Constitución por más de 200 años y que se ha aplicado también en el Uruguay. El mecanismo de enmiendas es muy conveniente porque brinda estabilidad jurídica, preservando el núcleo de la Constitución contra nuestra manía reformista, pero a la vez permite corregir los evidentes defectos de nuestra Constitución.

Varias de las reformas constitucionales que se debatieron en los últimos veinte años se referían a lo electoral. En mi opinión debería establecerse el siguiente principio de respeto a la voluntad del votante: el voto debe contribuir a la elección de los candidatos cuyos nombres figuran en la lista que el votante introdujo en la urna y de nadie más. Este principio elemental tendría dos consecuencias que enumero en orden de importancia: eliminación del triple voto simultáneo y eliminación del tercer escrutinio.

1) El triple voto simultáneo implica que el votante vota simultáneamente un lema, un sublema y una lista (en el doble voto simultáneo no hay sublema; se vota sólo por el lema y por la lista). Por lo tanto su voto no sólo apoya directamente a las decenas de candidatos de su lista, sino que indirectamente apoya también a los cientos de candidatos de su sublema y a los miles de candidatos de su lema. Esto distorsiona su intención, haciendo que muy probablemente contribuya a la elección de candidatos que no habría deseado elegir.
La eliminación del doble y del triple voto simultáneo (que son malos por ser simultáneos, no por ser múltiples) implica la desaparición de los sublemas y la presentación de una única lista de candidatos para cada cargo electivo por cada partido político, tanto en la elección de autoridades nacionales como en la de autoridades departamentales. Los diferentes partidos políticos de una coalición no podrían acumular sus votos, salvo que presentaran una misma lista de candidatos bajo un mismo lema. Un partido, un lema, una lista.

2) En el afán de respetar estrictamente la representación proporcional de los lemas, el tercer escrutinio hace que el votante apoye con su voto no sólo a los candidatos de su lista de Diputados por su departamento, sino que indirectamente apoye también a todos los candidatos de todas las listas de Diputados de su lema en todos los departamentos. Esto también tergiversa su intención, haciendo que su voto contribuya a la elección de candidatos que en la gran mayoría de los casos ni siquiera conoce.
La eliminación del tercer escrutinio tendría además otras consecuencias beneficiosas:
· Permitiría respetar en mayor grado la representación proporcional de los departamentos en la Cámara de Representantes y la representación proporcional de los lemas dentro de cada departamento.
· Haría que los Diputados representen circunscripciones y electores perfectamente determinados.
· Impediría que partidos pequeños obtengan Diputados con muy pocos votos propios en algunos departamentos.
· Haría mucho más transparente la elección de los Diputados, evitando que más de veinte de las bancas se adjudiquen por medio de una complicadísima tómbola electoral.

Las reformas arriba delineadas me parecen imprescindibles para que en el Uruguay el voto deje de ser, como dijera el gran Juan Vicente Chiarino, algo tan secreto que ni uno mismo sabe lo que está votando.


 

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